Jasper, un perro «yayo» estuvo ingresado durante 10 días en un Hospital Veterinario por un grave achaque en su salud. Cuando volvió a casa, se encontró que alguien le había echado mucho de menos, que había sufrido mucho con su marcha y, como podéis ver en el vídeo, la bienvenida es puro amor, pura emoción. Su mejor amigo, un precioso gato negro llamado Bow-Z, por fin pudo abrazarle y lamerle, y, sobre todo, volver a disfrutar de la compañía de su gran «hermano».
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