
Cuando un cachorro llega a tu vida, debes prestarle mucho atención para controlar que tenga un crecimiento sano, tanto a nivel de salud como de comportamiento, y tenga un buen aspecto. Sigue vigilando su salud en casa y ante cualquier signo de alerta consulta con tu veterinario.
«Un cachorro sano es juguetón y confiado, no es esquivo.»
- Ojos brillantes, sin manchas ni legañas.
- Estado de alerta, atiende a los sonidos, vuelve la cabeza.
- Oídos limpios, sin expeler malos olores.
- Piel limpia y sana, sin zonas irritadas, pelo suave.
- Dientes bien alineados.
- No se le advertirán defectos en el apoyo de las extremidades.
- No debe estar gordo, aunque los cachorros parezcan bolas de peluche, hay un límite.
- Las heces deben estar bien formadas, sin presencia de parásitos.
- Que el abdomen no esté demasiado prominente ya que indica parásitos.
- Palpar los testículos en machos. La edad a la que descienden varía de unos individuos a otros. Puede ir desde una semana hasta los 8 meses.
- Socialización, es extremadamente trabajar las relaciones sociales tanto con personas como con otros animales, para así evitar problemas de comportamiento futuros.